Viven en montañas remotas a altitudes de hasta 6000 m, motivo por el cual es poco lo que se sabe de ellos. Su pelo es gris, suave y excepcionalmente denso, y tiene una cola también de longitud excepcional que enrolla alrededor del cuerpo para abrigarse.
Caza de día y ataca a todo tipo de animales salvajes, así como al ganado. Son a veces matados por granjeros, pero también cazados por su piel.
Se desconoce la cantidad de ejemplares que quedan en estado salvaje, aunque se estima que habrá apenas 5000 ejemplares; por lo tanto, se trata de una especie en peligro de extinción.
El período de gestación es de aproximadamente 100 días, teniendo normalmente dos cachorros, aunque puede tener un máximo de cinco crías. Se consideran adultos a los dos años.
El irbis es un predador muy fuerte, capaz de cazar animales que triplican su tamaño. Tiene uno de los saltos más largos entre los felinos. Está acostumbrado a caminar por montañas rocosas y aprovecha esto para camuflarse y así acechar a sus presas. Posee un instinto territorial muy fuerte, por lo que puede ser muy agresivo. Sus patas acolchadas por piel actúan como zapatos para la nieve, lo que le ayuda a caminar sobre ella con facilidad.
Incluye entre sus presas diversas especies tales como conejos, ardillas, cabras salvajes, venados, pájaros como el pinzón, chovas de montaña, tares del Himalaya, musarañas, marmotas, íbices siberianos y marjores. Con las bajas temperaturas la comida tarda en descomponerse, de manera que no es extraño que los leopardos de las nieves coman restos de animales que no han cazado.
Son, como la mayoría de las especies de su familia, animales solitarios, salvo en época de reproducción, cuando macho y hembra colaboran para cazar presas mucho más grandes que las usuales.
Inicialmente fue clasificado dentro del género Felis, y durante bastante tiempo se utilizó esa nomenclatura (Felis uncia). Posteriormente, autores como Pocock lo situaron en su propio género, como Uncia uncia.
Sin embargo, los análisis genéticos han motivado la inclusión del leopardo de las nieves en el género Panthera, al poner de manifiesto su estrecha relación con las otras cuatro especies del mismo (Panthera leo, P. tigris, P. pardus y P. onca), fijándose la nueva combinación Panthera uncia.Las comparaciones del ADN mitocondrial sugieren además una relación de parentesco más próxima con el león (Panthera leo) que con el resto de especies del género.
Sunquist y Sunquist, en la obra Handbook of the Mammals of the World de 2009, apuntan a que sea una de las dos especies más tempranas en divergir del ancestro común del género Panthera.
Han sido propuestas varias subespecies para las poblaciones de diferentes regiones geográficas, sin embargo, con la posible excepción de U. u. baikalensis-romanii, que requiere una mayor evaluación, estas subespecies no se consideran válidas.
Caza de día y ataca a todo tipo de animales salvajes, así como al ganado. Son a veces matados por granjeros, pero también cazados por su piel.
Se desconoce la cantidad de ejemplares que quedan en estado salvaje, aunque se estima que habrá apenas 5000 ejemplares; por lo tanto, se trata de una especie en peligro de extinción.
El período de gestación es de aproximadamente 100 días, teniendo normalmente dos cachorros, aunque puede tener un máximo de cinco crías. Se consideran adultos a los dos años.
El irbis es un predador muy fuerte, capaz de cazar animales que triplican su tamaño. Tiene uno de los saltos más largos entre los felinos. Está acostumbrado a caminar por montañas rocosas y aprovecha esto para camuflarse y así acechar a sus presas. Posee un instinto territorial muy fuerte, por lo que puede ser muy agresivo. Sus patas acolchadas por piel actúan como zapatos para la nieve, lo que le ayuda a caminar sobre ella con facilidad.
Incluye entre sus presas diversas especies tales como conejos, ardillas, cabras salvajes, venados, pájaros como el pinzón, chovas de montaña, tares del Himalaya, musarañas, marmotas, íbices siberianos y marjores. Con las bajas temperaturas la comida tarda en descomponerse, de manera que no es extraño que los leopardos de las nieves coman restos de animales que no han cazado.
Son, como la mayoría de las especies de su familia, animales solitarios, salvo en época de reproducción, cuando macho y hembra colaboran para cazar presas mucho más grandes que las usuales.
Aparato fonador
El leopardo de las nieves es la única especie de su género que no ruge; sin embargo, su aparato fonador posee casi todas las características que permiten rugir. Al igual que las demás especies de Pantherinae, posee el hueso hioides parcialmente osificado y con cierto grado de movilidad, y, al igual que las demás especies de su género, los llamados felinos rugidores (león, leopardo, tigre y jaguar), posee un ligamento que le permite alargar la cavidad acústica entre la laringe y la faringe, aunque más corto que en aquellos. La limitación al rugido parece estar condicionada por unas cuerdas vocales más pequeñas y por la ausencia de un tejido fibroso y elástico desarrollado en las mismas, que es el que permite la vibración en bajas frecuencias de los rugidos.Hábitat y distribución
El leopardo de las nieves generalmente habita en alturas entre los 2000 y los 4000 metros, aunque en el Himalaya ha sido encontrado hasta a 6000 metros. Estos animales muy pocas veces llegan a encontrarse con un ser humano, y en tales casos se oculta ayudado de su excelente camuflaje. Esto hace difícil a los naturalistas encontrarlos y estudiarlos provocando así una escasa información sobre el animal.Sin embargo, los análisis genéticos han motivado la inclusión del leopardo de las nieves en el género Panthera, al poner de manifiesto su estrecha relación con las otras cuatro especies del mismo (Panthera leo, P. tigris, P. pardus y P. onca), fijándose la nueva combinación Panthera uncia.Las comparaciones del ADN mitocondrial sugieren además una relación de parentesco más próxima con el león (Panthera leo) que con el resto de especies del género.
Sunquist y Sunquist, en la obra Handbook of the Mammals of the World de 2009, apuntan a que sea una de las dos especies más tempranas en divergir del ancestro común del género Panthera.
Han sido propuestas varias subespecies para las poblaciones de diferentes regiones geográficas, sin embargo, con la posible excepción de U. u. baikalensis-romanii, que requiere una mayor evaluación, estas subespecies no se consideran válidas.
ELEFANTE ASIÁTICO:
En peligro principalmente debido a la de forestación de las zonas que ocupan, y a su caza furtiva para obtener el preciado marfil de sus colmillos. Actualmente el comercio de marfil está prohibido, pero se sigue practicando en el mercado negro.
Como su pariente el elefante africano (Loxodonta africana), el elefante asiático está provisto de gran cabeza, trompa larga y musculosa, cuello corto casi inexistente, cuerpo grande en forma de barril y patas en forma de columna. Las diferencias entre ambas especies son abundantes: para empezar, los elefantes asiáticos son más pequeños, con 2,0-3,5 metros de altura frente a los 2,7-4,0 metros que alcanzan los elefantes africanos (desde los elefantes asiáticos de Borneo hasta los de Sri Lanka por parte de los asiáticos, y desde los elefantes de la selva hasta los de la sabana por parte de los africanos), de cabeza abombada, orejas más pequeñas y redondeadas que no cubren los hombros, espalda arqueada y cola proporcionalmente más larga, aunque también coronada por un penacho de pelos negros, los únicos de longitud considerable en su piel dura, gruesa y correosa. Al contrario que los elefantes africanos, no todos los elefantes indios presentan colmillos (que en realidad no son tales, sino incisivos alargados); son largos y de tamaño considerable en la mayoría de los machos, pero las hembras con frecuencia carecen de ellos. De longitud en la cabeza y el cuerpo miden de 5,5 a 6,4 metros, la cola alcanza de 1,2 a 1,5 metros. En cuanto a los otros dientes, poseen 4 grandes molares de dimensiones y reemplazo similar a lo referido en el artículo sobre el elefante africano, aunque de morfología algo diferente. Los pies de las patas delanteras tienen cinco dedos en forma de pezuña, y los de las patas traseras, cuatro. El extremo de la trompa sólo presenta un lóbulo.
A pesar de sus 5 toneladas de peso, los elefantes indios se mueven con relativa agilidad y de forma bastante segura, incluso en terrenos montañosos. La velocidad promedio de la marcha es de 5-6 kilómetros por hora, aunque pueden correr a más de 40 km/h si se asustan o enfadan. Son buenos y resistentes nadadores, cualidad que en el pasado les permitió colonizar algunas islas de Indonesia a las que no se podía llegar andando, ni siquiera durante la bajada de los mares típica del Pleistoceno.
Los individuos salvajes viven en los bosques tropicales asiáticos, donde se alimentan de una amplia gama de hojas y frutas, en manadas compuestas por hembras (entre las que se encuentra una más vieja, la matriarca, que dirige el grupo), sus crías y a menudo un macho viejo, acompañado ocasionalmente de otro joven. La mayoría de los machos, sin embargo, abandonan el grupo cuando llegan a la adolescencia y llevan a cabo una vida solitaria, acercándose solamente a las manadas de hembras cuando perciben por infrasonidos que una de ellas desea reproducirse. Entonces los machos compiten entre sí, y el que resulte vencedor se aparea con la hembra en caso de que ella lo acepte (cosa que tampoco sucede a menudo). Después de 22 meses nace una única cría que mama, en ocasiones, hasta los 5 años, aunque puede seguir a la manada a los 3 ó 4 días de nacer y hacia los 6 meses ya comienza a ingerir materia vegetal. Las crías son vulnerables a los ataques de los leopardos y especialmente de los tigres, por lo que los integrantes de la manada cooperan para no perder de vista a los más pequeños.
Como su pariente el elefante africano (Loxodonta africana), el elefante asiático está provisto de gran cabeza, trompa larga y musculosa, cuello corto casi inexistente, cuerpo grande en forma de barril y patas en forma de columna. Las diferencias entre ambas especies son abundantes: para empezar, los elefantes asiáticos son más pequeños, con 2,0-3,5 metros de altura frente a los 2,7-4,0 metros que alcanzan los elefantes africanos (desde los elefantes asiáticos de Borneo hasta los de Sri Lanka por parte de los asiáticos, y desde los elefantes de la selva hasta los de la sabana por parte de los africanos), de cabeza abombada, orejas más pequeñas y redondeadas que no cubren los hombros, espalda arqueada y cola proporcionalmente más larga, aunque también coronada por un penacho de pelos negros, los únicos de longitud considerable en su piel dura, gruesa y correosa. Al contrario que los elefantes africanos, no todos los elefantes indios presentan colmillos (que en realidad no son tales, sino incisivos alargados); son largos y de tamaño considerable en la mayoría de los machos, pero las hembras con frecuencia carecen de ellos. De longitud en la cabeza y el cuerpo miden de 5,5 a 6,4 metros, la cola alcanza de 1,2 a 1,5 metros. En cuanto a los otros dientes, poseen 4 grandes molares de dimensiones y reemplazo similar a lo referido en el artículo sobre el elefante africano, aunque de morfología algo diferente. Los pies de las patas delanteras tienen cinco dedos en forma de pezuña, y los de las patas traseras, cuatro. El extremo de la trompa sólo presenta un lóbulo.
A pesar de sus 5 toneladas de peso, los elefantes indios se mueven con relativa agilidad y de forma bastante segura, incluso en terrenos montañosos. La velocidad promedio de la marcha es de 5-6 kilómetros por hora, aunque pueden correr a más de 40 km/h si se asustan o enfadan. Son buenos y resistentes nadadores, cualidad que en el pasado les permitió colonizar algunas islas de Indonesia a las que no se podía llegar andando, ni siquiera durante la bajada de los mares típica del Pleistoceno.
Los individuos salvajes viven en los bosques tropicales asiáticos, donde se alimentan de una amplia gama de hojas y frutas, en manadas compuestas por hembras (entre las que se encuentra una más vieja, la matriarca, que dirige el grupo), sus crías y a menudo un macho viejo, acompañado ocasionalmente de otro joven. La mayoría de los machos, sin embargo, abandonan el grupo cuando llegan a la adolescencia y llevan a cabo una vida solitaria, acercándose solamente a las manadas de hembras cuando perciben por infrasonidos que una de ellas desea reproducirse. Entonces los machos compiten entre sí, y el que resulte vencedor se aparea con la hembra en caso de que ella lo acepte (cosa que tampoco sucede a menudo). Después de 22 meses nace una única cría que mama, en ocasiones, hasta los 5 años, aunque puede seguir a la manada a los 3 ó 4 días de nacer y hacia los 6 meses ya comienza a ingerir materia vegetal. Las crías son vulnerables a los ataques de los leopardos y especialmente de los tigres, por lo que los integrantes de la manada cooperan para no perder de vista a los más pequeños.
GORILA DE MONTAÑA:
El gorila de llanura, parece a salvo. Pero su compañero, el de montaña, podría desaparecer totalmente en 2025. En situación crítica, sólo se encuentran algunas poblaciones en los alrededores del río Congo: Ruanda, Uganda y Congo.
El gorila de montaña tiene el pelo más largo y oscuro que el resto de los gorilas, lo que le permite vivir en grandes altitudes y viajar hacia áreas donde la temperatura puede descender por debajo de la temperatura de congelación. Se ha adaptado a la vida en el suelo mejor que otras especies de primates no humanos y de hecho sus pies se asemejan bastante a los de los seres humanos. Cada gorila se suele identificar fácilmente por rasgos nasales propios de cada individuo, los investigadores se valen normalmente de fotografías e ilustraciones de caras y narices para su identificación y monitoreo.
El gorila de montaña, como todos los gorilas, presenta un marcado dimorfismo sexual. Los machos son más altos y suelen pesar el doble que las hembras, además, los machos adultos presentan una marcada cresta ósea cefálica en lo alto del cráneo (cresta sagital) y en la nuca (moño occipital), lo que confiere a sus cabezas una morfología más cónica. Estas crestas son un buen amarre para los músculos maxilares de sus quijadas y se presentan también en hembras adultas, pero en ellas son mucho menos pronunciadas.
Los machos adultos además se caracterizan por un lomo plateado cuando llegan a la madurez sexual. Este pelo de su lomo, es más corto que en el resto de las partes del cuerpo, donde, especialmente en sus brazos, el pelo llega a ser mucho más largo. Los machos pueden llegar a medir entre 1,5 y 1,8 metros de alto con una envergadura de brazos de 2,25 metros y llegan a pesar entre 204 y 227 kg.
El gorila de montaña es básicamente terrestre y cuadrúpedo, aunque puede trepar a los árboles para conseguir fruta si las ramas no son muy altas y es capaz de caminar erguido unos 6 metros. Como todos los antropomorfos distintos a los humanos, sus brazos son más largos que sus patas. Además puede moverse apoyándose en los nudillos, como el chimpancé común (pero no como el bonobo y los orangutanes), haciendo que todo su peso recaiga sobre sus dedos curvados más que sobre sus palmas.
El gorila de montaña es un animal diurno, activo sobre todo entre las 6:00 y las 18:00 h. Casi todo este tiempo, se lo pasa comiendo cantidades ingentes de comida para mantener su gran porte. Al alba, las primeras horas de la mañana y el mediodía, suele rebuscar alimento en el suelo y lo matorrales y trepa para tomar fruta. Cada gorila fabrica un nido hecho de hierbas cada tarde. Sólo las crías duermen con su madre. Salvo que haga mucho frío y humedad, abandonan este nido para reanudar su actividad diaria a las 6 de la mañana.
Algunos de estos gorilas han conseguido aprender a un nivel muy básico lenguas de señas.
El gorila de montaña tiene el pelo más largo y oscuro que el resto de los gorilas, lo que le permite vivir en grandes altitudes y viajar hacia áreas donde la temperatura puede descender por debajo de la temperatura de congelación. Se ha adaptado a la vida en el suelo mejor que otras especies de primates no humanos y de hecho sus pies se asemejan bastante a los de los seres humanos. Cada gorila se suele identificar fácilmente por rasgos nasales propios de cada individuo, los investigadores se valen normalmente de fotografías e ilustraciones de caras y narices para su identificación y monitoreo.
El gorila de montaña, como todos los gorilas, presenta un marcado dimorfismo sexual. Los machos son más altos y suelen pesar el doble que las hembras, además, los machos adultos presentan una marcada cresta ósea cefálica en lo alto del cráneo (cresta sagital) y en la nuca (moño occipital), lo que confiere a sus cabezas una morfología más cónica. Estas crestas son un buen amarre para los músculos maxilares de sus quijadas y se presentan también en hembras adultas, pero en ellas son mucho menos pronunciadas.
Los machos adultos además se caracterizan por un lomo plateado cuando llegan a la madurez sexual. Este pelo de su lomo, es más corto que en el resto de las partes del cuerpo, donde, especialmente en sus brazos, el pelo llega a ser mucho más largo. Los machos pueden llegar a medir entre 1,5 y 1,8 metros de alto con una envergadura de brazos de 2,25 metros y llegan a pesar entre 204 y 227 kg.
El gorila de montaña es básicamente terrestre y cuadrúpedo, aunque puede trepar a los árboles para conseguir fruta si las ramas no son muy altas y es capaz de caminar erguido unos 6 metros. Como todos los antropomorfos distintos a los humanos, sus brazos son más largos que sus patas. Además puede moverse apoyándose en los nudillos, como el chimpancé común (pero no como el bonobo y los orangutanes), haciendo que todo su peso recaiga sobre sus dedos curvados más que sobre sus palmas.
El gorila de montaña es un animal diurno, activo sobre todo entre las 6:00 y las 18:00 h. Casi todo este tiempo, se lo pasa comiendo cantidades ingentes de comida para mantener su gran porte. Al alba, las primeras horas de la mañana y el mediodía, suele rebuscar alimento en el suelo y lo matorrales y trepa para tomar fruta. Cada gorila fabrica un nido hecho de hierbas cada tarde. Sólo las crías duermen con su madre. Salvo que haga mucho frío y humedad, abandonan este nido para reanudar su actividad diaria a las 6 de la mañana.
Conductas
Agresión
La agresión es rara en grupos estables salvo cuando se produce un encuentro con otro grupo, en ese caso, ambos machos dominantes pueden enzarzarse en una pelea a muerte causándose con sus caninos graves heridas.Por ese motivo, los conflictos se resuelven normalmente con demostraciones de fortaleza y otros comportamientos dirigidos a intimidar antes de llegar a lo físico. La demostración de superioridad es un ritual estereotipado y típico de gorilas.La secuencia completa de esta conducta se divide en 9 fases: (1) progresivos alaridos de desafío, (2) alimentación simbólica, (3) bipedestación, (4) lanzamiento de vegetación, (5) golpeo del pecho con los puños, (6) patada con una pata, (7) carreras a los lados a cuatro o a dos patas, (8) golpes y roturas en la vegetación y (9) presión repetida y violenta del suelo con las palmas para terminar la demostración de fiereza.[Relaciones
El descanso de mediodía es el mejor momento para establecer y reforzar las relaciones dentro del grupo. El llamado grooming (hurgueteo, acicalamiento) sirve de aseo desparasitario y para relacionarse. Este comportamiento no es tan habitual en los gorilas como en otros primates, son sobre todo las hembras las que lo realizan con las crías regularmente. Los gorilas jóvenes suelen jugar a menudo y son más arbóreos que los grandes adultos. El juego les ayuda a aprender a comunicarse y comportarse dentro del colectivo. Sus actividades lúdicas comprenden peleas, persecuciones o saltos. El macho de lomo plateado y las hembras pueden participar si les invitan.Vocalización
Se les han reconocido veinticinco vocalizaciones distintas, muchas de ellas son empleadas en la comunicación del grupo entre la densa vegetación. Los sonidos clasificados como gruñidos o aullidos son los que más se oyen cuando viajan e indican la situación de los miembros y también son empleados para imponer disciplina. Los gritos y berridos de alarma o aviso son emitidos normalmente por los macho de lomo plateado. Eructos sordos, profundos y continuados sugieren contento y se oyen mucho durante la comida y los períodos de reposo. Son la forma más corriente de comunicación intragrupal.Algunos de estos gorilas han conseguido aprender a un nivel muy básico lenguas de señas.
Miedos
Los gorilas de montaña parecen tener un miedo natural a ciertos reptiles como las serpientes. Menos los espaldas plateadas que por salvar a su familia se enfrentan contra cualquier animal. Las crías, cuyo comportamiento natural es perseguir todo lo que se mueve, salen despavoridas con camaleones y ciertas orugas. Koko, la gorila a la que enseñaron lengua de señas, tenía miedo a cocodrilos y caimanes a pesar de haber vivido siempre en cautividad. Parecen temer también el agua y las corrientes hídricas y normalmente atraviesan ríos o lagos si pueden hacerlo sin mojarse demasiado (por ejemplo, sobre troncos). Dian Fossey observó que el gorila de montaña tiene cierta tirria a la lluvia
ORANGUTÁN DE SUMATRA:
Su caza y venta como mascotas, y las grandes industrias de extracción de aceite de palma son las causas de su crítica situación. Estos consideran al orangután enemigo de los cultivos, y no dudan en hacerlos desaparecer. Indonesia ha perdido más de la mitad de la superficie de sus bosques tropicales en los últimos 50 años para favorecer a estas plantaciones. Sólo se puede encontrar a este simio en Borneo y Sumatra.
Los orangutanes tienen 48 cromosomas diploides. El genoma del orangután de Sumatra fue secuenciado en enero 2011, sobre la base de una hembra en cautividad llamada «Susie».Desde la secuenciación del genoma de los seres humanos y de los chimpancés, los orangutanes de Sumatra se han convertido en la tercera especie de homínido en tener su genoma secuenciado.
Los investigadores también publicaron menos copias completas de diez orangutanes salvajes, cinco de Borneo y cinco de Sumatra. Se encontró que la diversidad genética fue menor en los orangutanes de Borneo (Pongo pygmaeus) que en los de Sumatra (Pongo abelii), a pesar de que en Borneo hay entre seis y siete veces más orangutanes que Sumatra. La comparación ha demostrado que estas dos especies divergieron hace unos 400 000 años, más recientemente de lo que se pensaba. También se encontró que el genoma del orangután ha evolucionado mucho más lentamente que el del chimpancé y el de los humano
Los orangutanes tienen 48 cromosomas diploides. El genoma del orangután de Sumatra fue secuenciado en enero 2011, sobre la base de una hembra en cautividad llamada «Susie».Desde la secuenciación del genoma de los seres humanos y de los chimpancés, los orangutanes de Sumatra se han convertido en la tercera especie de homínido en tener su genoma secuenciado.
Los investigadores también publicaron menos copias completas de diez orangutanes salvajes, cinco de Borneo y cinco de Sumatra. Se encontró que la diversidad genética fue menor en los orangutanes de Borneo (Pongo pygmaeus) que en los de Sumatra (Pongo abelii), a pesar de que en Borneo hay entre seis y siete veces más orangutanes que Sumatra. La comparación ha demostrado que estas dos especies divergieron hace unos 400 000 años, más recientemente de lo que se pensaba. También se encontró que el genoma del orangután ha evolucionado mucho más lentamente que el del chimpancé y el de los humano
OSO PANTA:
Menos de 2.500 ejemplares en hábitat natural. Esta es la descorazonadora cifra que resume el presente y el futuro del oso panda. Esta especie, originaria del suroeste de China, es un símbolo de la lucha contra la deforestación y la caza ilegal, y solo recientemente el Gobierno chino ha accedido a diseñar un plan de acción para su cuidado a través del establecimiento de reservas protegidas.
A pesar de pertenecer al orden de los carnívoros, el panda es un animal mayormente herbívoro, alimentándose casi exclusivamente de cerca de 30 especies de caña de bambú (el 99% de su dieta consiste en bambú). Se sabe que el panda también utiliza insectos y huevos como fuente de proteínas. Es posible que incluya, además roedores y crías de ciervo musk.
Como herencia de sus antepasados carnívoros su sistema digestivo no está plenamente adaptado para asimilar las moléculas de celulosa, contenidas en el bambú, por eso necesitan consumir hasta 40 kg de bambú por día (de los que 23 kg de media son defecaciones) tarea que puede ocuparle hasta 14 horas. Sus fuertes dientes y mandíbulas están adaptados para triturar los troncos del bambú y llegar a su pulpa.
A pesar de que un gran consumo de bambú representa un gran consumo de agua (el 40 % del peso del bambú corresponde a agua, cifra que llega a 90 % en los brotes), el panda bebe frecuentemente agua de riachos o nieve derretida.
En cautiverio su dieta consiste en bambú, caña de azúcar, papilla de arroz, galletas especiales con alto contenido de fibras, zanahoria, manzana y batata.
Recientemente según un estudio realizado en el Centro Shaanxi de China durante seis meses demostró que los pandas tienen debilidad por el azúcar. Se les ofreció un recipiente con agua, y otro con agua y azúcares naturales; donde prefirieron el bol con las soluciones azucaradas.
Actualmente, según una agencia de noticias china, el panda enfrenta un serio riesgo de extinción debido a la deforestación del bambú que le sirve de alimento
A pesar de pertenecer al orden de los carnívoros, el panda es un animal mayormente herbívoro, alimentándose casi exclusivamente de cerca de 30 especies de caña de bambú (el 99% de su dieta consiste en bambú). Se sabe que el panda también utiliza insectos y huevos como fuente de proteínas. Es posible que incluya, además roedores y crías de ciervo musk.
Como herencia de sus antepasados carnívoros su sistema digestivo no está plenamente adaptado para asimilar las moléculas de celulosa, contenidas en el bambú, por eso necesitan consumir hasta 40 kg de bambú por día (de los que 23 kg de media son defecaciones) tarea que puede ocuparle hasta 14 horas. Sus fuertes dientes y mandíbulas están adaptados para triturar los troncos del bambú y llegar a su pulpa.
A pesar de que un gran consumo de bambú representa un gran consumo de agua (el 40 % del peso del bambú corresponde a agua, cifra que llega a 90 % en los brotes), el panda bebe frecuentemente agua de riachos o nieve derretida.
En cautiverio su dieta consiste en bambú, caña de azúcar, papilla de arroz, galletas especiales con alto contenido de fibras, zanahoria, manzana y batata.
Recientemente según un estudio realizado en el Centro Shaanxi de China durante seis meses demostró que los pandas tienen debilidad por el azúcar. Se les ofreció un recipiente con agua, y otro con agua y azúcares naturales; donde prefirieron el bol con las soluciones azucaradas.
Actualmente, según una agencia de noticias china, el panda enfrenta un serio riesgo de extinción debido a la deforestación del bambú que le sirve de alimento
JAGUAR:
Son dos las principales razones que están haciendo desaparecer al jaguar, y ambas están motivadas por la acción del ser humano. En primer lugar, los jaguares son cazados por su piel, un preciado trofeo por el que se paga muy bien. También es el enemigo de los ganaderos, que al expandir sus territorios acercan a sus animales al jaguar, cazador por naturaleza, y en muchas ocasiones defienden a su rebaño terminando con la vida de los potenciales depredadores.
Se encuentra emparentado y se asemeja mucho en apariencia física al leopardo (Panthera pardus), pero generalmente es de mayor tamaño, cuenta con una constitución más robusta y su comportamiento y hábitat son más acordes a los del tigre (Panthera tigris). Si bien prefiere las selvas densas y húmedas, puede acomodarse a una gran variedad de terrenos boscosos o abiertos. Está estrechamente asociado a la presencia de agua y destaca, junto con el tigre, por ser un félido al que le gusta nadar.
Es fundamentalmente solitario. Caza tendiendo emboscadas, siendo oportunista a la hora de elegir las presas. Es una especie clave para la estabilización de los ecosistemas en los que habita; al ser un superpredador, regula las poblaciones de las especies que captura. Los ejemplares adultos tienen una mordedura excepcionalmente potente, incluso en comparación con otros grandes félidos,lo que les permite perforar los caparazones de reptiles acorazados como las tortugas y utilizar un método poco habitual para matar: ataca directamente la cabeza de la presa entre las orejas para propinar un mordisco letal que atraviesa el cráneo con sus colmillos alcanzando al cerebro.
Panthera onca está calificado en la Lista Roja de la UICN como «especie casi amenazada» y su número está en declive. Entre los factores que lo amenazan se incluyen la pérdida y la fragmentación de su hábitat. A pesar de que el comercio internacional de ejemplares de esta especie o sus partes está prohibido, este félido muere con frecuencia a mano de los humanos, especialmente en conflictos con ganaderos. Aunque reducida, su distribución geográfica continúa siendo amplia. A lo largo de la historia, esta distribución le ha otorgado un lugar prominente en la mitología de numerosas culturas indígenas americanas, como los mayas y los aztecas.
Se encuentra emparentado y se asemeja mucho en apariencia física al leopardo (Panthera pardus), pero generalmente es de mayor tamaño, cuenta con una constitución más robusta y su comportamiento y hábitat son más acordes a los del tigre (Panthera tigris). Si bien prefiere las selvas densas y húmedas, puede acomodarse a una gran variedad de terrenos boscosos o abiertos. Está estrechamente asociado a la presencia de agua y destaca, junto con el tigre, por ser un félido al que le gusta nadar.
Es fundamentalmente solitario. Caza tendiendo emboscadas, siendo oportunista a la hora de elegir las presas. Es una especie clave para la estabilización de los ecosistemas en los que habita; al ser un superpredador, regula las poblaciones de las especies que captura. Los ejemplares adultos tienen una mordedura excepcionalmente potente, incluso en comparación con otros grandes félidos,lo que les permite perforar los caparazones de reptiles acorazados como las tortugas y utilizar un método poco habitual para matar: ataca directamente la cabeza de la presa entre las orejas para propinar un mordisco letal que atraviesa el cráneo con sus colmillos alcanzando al cerebro.
Panthera onca está calificado en la Lista Roja de la UICN como «especie casi amenazada» y su número está en declive. Entre los factores que lo amenazan se incluyen la pérdida y la fragmentación de su hábitat. A pesar de que el comercio internacional de ejemplares de esta especie o sus partes está prohibido, este félido muere con frecuencia a mano de los humanos, especialmente en conflictos con ganaderos. Aunque reducida, su distribución geográfica continúa siendo amplia. A lo largo de la historia, esta distribución le ha otorgado un lugar prominente en la mitología de numerosas culturas indígenas americanas, como los mayas y los aztecas.
EL OSO DE ANTEOJOS
Los osos de anteojos pertenecen a la única especie de úrsidos que vive en América Latina. Son mamíferos de gran tamaño que pueden llegar a medir 1.90 metros de alto y pesar 120 kilogramos; siendo los machos el doble de grandes y pesados que las hembras.
Al oso de anteojos (Tremarctos ornatus ) también se le conoce comúnmente como oso sudamericano, ucumari, oso andino, y jukumari. Tiene un pelaje largo y abundante que puede ser negro, marrón o rojizo. Su cabeza es bastante grande, en comparación con el resto de su robusto cuerpo, como sucede con el panda gigante.
Cuenta con un hocico más corto que el resto de las especies y orejas pequeñas. Los osos de anteojos poseen fuertes garras que les permiten trepar en los árboles para buscar alimentos o descansar en especie de nidos que fabrican para tal fin.
El hábitat natural de estos mamíferos se encuentra en los bosques nublados, cerca de los ríos, en la Cordillera de los Andes. Viven principalmente en Ecuador, Venezuela, Perú y Colombia, aunque se les ha visto también en Panamá, Bolivia y Argentina.
Los osos de anteojos toman este nombre porque generalmente tienen una mancha blanca o amarillenta, en forma de anteojos, sobre su cara. Pero esta figura, que se extiende hasta la garganta y el pecho, no es igual en todos los ejemplares y en algunos, inclusive, es fragmentada.
Este es un animal omnívoro, solitario y de hábitos diurnos. Se alimenta principalmente de tallos, plantas, frutas y hojas, que afortunadamente tiene en abundancia en su entorno. Ocasionalmente consume venados, conejos, reptiles, insectos, y hasta restos en descomposición ya que es carroñero.
El período de vida del oso de anteojos es de 25 años en cautiverio y un poco menos en estado silvestre.
Para el apareamiento se conforman parejas momentáneas que buscan cuevas donde reproducirse. Después del período de gestación, que dura de 5 a 8 meses, nacen las crías con los ojos cerrados. Estos recién nacidos son amamantados por su madre durante un año y se independizan cuando pueden valerse por sí mismos, lo que ocurre generalmente a los dos años.
Este oso es una especie que se encuentra en peligro de extinción debido a la destrucción de su hábitat natural y a la caza indiscriminada al que es sometido por su piel y carne. En el año 2004 se informó de la existencia de 18.000 ejemplares, aproximadamente, en toda Sudamérica.
Los osos de anteojos pertenecen a la única especie de úrsidos que vive en América Latina. Son mamíferos de gran tamaño que pueden llegar a medir 1.90 metros de alto y pesar 120 kilogramos; siendo los machos el doble de grandes y pesados que las hembras.
Al oso de anteojos (Tremarctos ornatus ) también se le conoce comúnmente como oso sudamericano, ucumari, oso andino, y jukumari. Tiene un pelaje largo y abundante que puede ser negro, marrón o rojizo. Su cabeza es bastante grande, en comparación con el resto de su robusto cuerpo, como sucede con el panda gigante.
Cuenta con un hocico más corto que el resto de las especies y orejas pequeñas. Los osos de anteojos poseen fuertes garras que les permiten trepar en los árboles para buscar alimentos o descansar en especie de nidos que fabrican para tal fin.
El hábitat natural de estos mamíferos se encuentra en los bosques nublados, cerca de los ríos, en la Cordillera de los Andes. Viven principalmente en Ecuador, Venezuela, Perú y Colombia, aunque se les ha visto también en Panamá, Bolivia y Argentina.
Los osos de anteojos toman este nombre porque generalmente tienen una mancha blanca o amarillenta, en forma de anteojos, sobre su cara. Pero esta figura, que se extiende hasta la garganta y el pecho, no es igual en todos los ejemplares y en algunos, inclusive, es fragmentada.
Este es un animal omnívoro, solitario y de hábitos diurnos. Se alimenta principalmente de tallos, plantas, frutas y hojas, que afortunadamente tiene en abundancia en su entorno. Ocasionalmente consume venados, conejos, reptiles, insectos, y hasta restos en descomposición ya que es carroñero.
El período de vida del oso de anteojos es de 25 años en cautiverio y un poco menos en estado silvestre.
Para el apareamiento se conforman parejas momentáneas que buscan cuevas donde reproducirse. Después del período de gestación, que dura de 5 a 8 meses, nacen las crías con los ojos cerrados. Estos recién nacidos son amamantados por su madre durante un año y se independizan cuando pueden valerse por sí mismos, lo que ocurre generalmente a los dos años.
Este oso es una especie que se encuentra en peligro de extinción debido a la destrucción de su hábitat natural y a la caza indiscriminada al que es sometido por su piel y carne. En el año 2004 se informó de la existencia de 18.000 ejemplares, aproximadamente, en toda Sudamérica.
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